Cuando la crisis azotó a todo el mundo en 2008, los coches no dejaron de comprarse y venderse: incluso en 2010, año de mayor recesión, aumentó la matriculación con respecto a 2009. Y, claro, la segunda mano vivió una nueva vida. No es que el mercado se tambaleara en ningún momento, pero es en este contexto en el que se hizo más importante que nunca tener la confianza de que el lugar para comprar un coche de segunda mano en Segovia tuviera todas las garantías necesarias.

Comprobarlo todo

Aunque la mayoría de los establecimientos de coches de segunda mano ya han hecho una revisión a fondo de cada vehículo, no debes temer a comprobar absolutamente todo. Pregunta quién ha usado el coche (y, sobre todo, cómo), si han pasado por reparaciones o si ha hecho trayectos muy largos. Comprueba que no tenga golpes y la pintura siga como el primer día, sin descascarillarse.

Tampoco dejes de lado el interior del coche, haciendo especial hincapié en el óxido de los bajos (que puede indicar algunos componentes mecánicos afectados) o que todos los botones funcionen. ¡No quieres tener que reparar tu coche por un fusible mal conectado! Además, fíjate en el estado de desgaste general, desde los asientos hasta la palanca de cambio o de freno de mano. ¡Ah! Y no compres antes de probarlo en ciudad: es una compra demasiado importante como para dejarla en manos de la suerte.

Dónde comprarlo

Desengañémonos: las famosas subastas de vehículos de segunda mano son rara avis. Además, la venta de estos autos está destinada, sobre todo, a los profesionales. De la misma forma, las páginas web ofrecen grandes posibilidades para encontrar el vehículo al gusto del consumidor, pero hay que estar atento porque se puede estar ante una posible estafa.

La opción clásica suele ser la más segura: los establecimientos de coches de segunda mano, donde hay diferentes marcas y te ofrecen una garantía para no quedar totalmente desprotegido ante la compra. Al comprarlo aquí puedes pedir un informe sobre la situación del coche (¡Cuidado! Puede tener multas y facturas pendientes de pagar que aumentarían el precio). Además, los concesionarios de segunda mano someten los coches a una revisión para encontrar cualquier tipo de averías y realizar las reparaciones. Además, los trámites administrativos que hay que hacer son más livianos para que tú solo tengas que firmar.

Un consejo final: tanto físicamente como por Internet hay que tener mucho cuidado con las gangas. Si es inusualmente barato, probablemente haya algo que no está bien: por desesperado que se esté, nadie va a dar Mercedes por cien euros. Normalmente, estos coches son muy veteranos, con un mal mantenimiento o, aún peor, de una procedencia dudosa. En general, no te fíes de lugares donde hay muchos coches amontonados y aparcados con letreros que indican su venta: suelen pertenecer a ladrones que intentarán engañarte.

Si tienes cualquier duda, consulta con KM 100, donde nuestros coches de segunda mano tienen garantía y estamos dispuestos a solucionar cualquier pregunta de nuestros clientes.